Por Sara Moreno
Es complicado hablar de crisis
alimentaria sin tener en cuenta los factores que participan/influyen
activamente en este ‘hecho’ actual. Diversos son los grupos que, de una u otra
manera, están afectados por la inflación de los precios, la calidad de los
alimentos y la producción de la materia prima; y esos diferentes segmentos
necesitan unos de otros para que la cadena de la alimentación, que a groso modo
es de lo que se trata, se complete satisfactoriamente para todos.
El equipo de Alimentación en
Cadena trata de analizar cada uno de estos grupos y, para empezar, acudimos al
presidente de la Unión de Consumidores de España en Albacete, José María
Roncero, con el que charlamos distendidamente acerca de varias áreas
alimenticias en las que los consumidores tienen voz, preocupaciones, quejas y
sugerencias.
José María Roncero, presidente de la UCE en Albacete
La alimentación y la crisis
La conversación comenzó con la pregunta
común a todos los grupos de análisis con los que trabajará Alimentación en
Cadena: la crisis y la afección de esta circunstancia a la alimentación (en
cada caso orientado a consumidores, productores o comerciantes). “Está claro
que ahora mismo el conjunto de consumidores está haciendo y asimilando, no por
convencimiento sino por pura necesidad, lo que durante muchísimos años hemos
venido recomendando: consumir moderadamente, razonablemente y solidariamente;
no comprar más que lo que se necesita”, apuntó Roncero. No obstante, ese
consumo responsable de productos tiene un doble filo, la calidad: “Lo
lamentable de esto es que muchas familias tienen que estar recurriendo a la
compra de productos de baja calidad”, y la compra de los productos por
unidades, por piezas. Y así, tras el análisis con el entrevistado de la
relación entre la alimentación y la crisis, llegamos a una doble conclusión,
positiva y negativa, relacionada con este punto: La parte positiva es la mayor
responsabilidad en el consumo, como ya apuntamos anteriormente, y “la parte
negativa es que esto se haga por obligación, no por un componente educacional”.
La alimentación en los colegios y subnutrición
A consecuencia de esta complicada
coyuntura socio-económica se producen momentos dramáticos en muchas familias
diariamente, situaciones alarmantes en contextos en los que antes no se
producían, “como que van niños al colegio sin haber desayunado, o que cuando se
les dan estos desayunos son la comida más importante del día”, comentó el
presidente de la UCE en Albacete.
Y este hecho despierta una nueva
pregunta en nuestra entrevista: ¿Existe la subnutrición en la ciudad? (Como tal
se entiende una ingesta de alimentos insuficiente). Ante esta duda, José María
Roncero comentó que “sí que se está dando esta situación en Albacete”. De este
modo, explicó que aun cuando las circunstancias económicas eran favorables para
la mayoría, había un colectivo que tenía dificultades para alimentarse con regularidad;
y en la actualidad se conoce, gracias a la labor de instituciones como Cruz
Roja y Cáritas, “que personas de clase media que han tenido una situación
estable, porque tenían su trabajo y estabilidad económica, están recurriendo a
la beneficencia”.
No obstante, respecto a la situación
alimentaria, Roncero determinó rotundamente que: “No creo que sea el mayor de
los problemas en estos momentos. Creo que en cuanto a la alimentación, en
términos generales y a nivel higiénico-sanitario, podemos estar bastante
tranquilos. No obstante, a nivel de la compra (nivel de abastecimiento para
recurrir a los alimentos), sí que es alarmante”. En cuanto a la capacidad de
aguante de los ciudadanos para poder mantenerse en los límites actuales,
Roncero no dudó en apuntar que: “Creo que los ciudadanos no tienen tanta
capacidad de aguante para que esta situación se eternice. Si se prolonga, las
repercusiones son bastante imprevisibles”;
Instantánea realizada durante la entrevista para Alimentación en Cadena
Por otro lado, es importante
tener en cuenta que el gasto en alimentación se ha reducido (en cuanto a
cantidad y calidad de los productos): “Los lujos se los permiten quienes
pueden, antes y ahora; pero el conjunto de ciudadanos que antes se ha podido
permitir algún tipo de lujo se está reduciendo y ahora se está yendo más a lo
básico. Hay un sector de población que no está padeciendo la crisis con la
intensidad que describimos, pero que a la vista del panorama que está viviendo
la sociedad actual, no se encuentran en libertad de permitirse esos lujos, por
la confianza e inseguridad que el sistema actual está dando. También esto está
ayudando a paralizar mucha actividad: “aunque me lo pueda permitir, no me
atrevo”. Se ha reducido el consumo más superfluo”. De esta manera, las
estadísticas, datos y cifras apuntan a que el gasto en alimentación, de la
renta mensual de una persona en Albacete, no supera el 30 por ciento; “en los
países tercermundistas gastan hasta el 80 por ciento en alimentación pero, ¿de
qué cantidad? En este caso estamos hablando de países subdesarrollados, en los
que se cobra una miseria. Aquí se ha reducido, fundamentalmente, por la
inseguridad, miedo y la falta de un trabajo estable”, explicó Roncero al equipo
de Alimentación en Cadena al comparar los datos que cifran el gasto mensual en
alimentación del 80 por ciento en países tercermundistas, frente al 30
local/nacional.
La alimentación y la UCE
Respecto a la preocupación de los
ciudadanos y los asuntos que más reclamaciones ocupan en las oficinas de la UCE
en Albacete, su presidente nos comentó que estos temas de alimentación son los
que menos se plantean, “aunque cuando así sucede, están relacionados con los
precios”. No obstante, “sí que es cierto que cuando vienen a plantearte otros
problemas, es inevitable que te cuenten toda su situación actual”. Así,
“sea cual sea el problema, al final
llegas a la subsistencia”.
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